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VÍA CRUCIS, CAMINO DE LA CRUZ

ATTENDE, DOMINE, ET MISERERE, QUIA PECCAVIMUSTIBI.

  

¡VICTORIA! ¡TÚ REINARÁS! ¡OH CRUZ! ¡TÚ NOS SALVARÁS! NOSOTROS 

HEMOS DE GLORIARNOS EN LA CRUZ DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. EN ÉL ESTÁ NUESTRA SALVACIÓN, VIDA Y RESURRECCIÓN. ÉL NOS HA SALVADO Y LIBERTADO. EL SEÑOR TENGA PIEDAD Y NOS BENDIGA…

CRISTO POR NOSOTROS SE SOMETIÓ INCLUSO A LA MUERTE…

Catequesis

VÍA CRUCIS = CAMINO DE LA CRUZ. POR LA CALLE DE LA AMARGURA.

  

Con estaciones, por etapas, caminando de un lugar a otro, desde el punto de encuentro y de partida hasta el lugar de reunión, la meta.

 Escenificación del drama y de la tragedia, de la pasión y muerte de Jesús de Nazaret.

2. Representación. Recuerdo. Memoria. Imaginar la escena. Liberar sentimientos, afectos, emociones, la fe y el amor a JC, nuestra esperanza.

3. Implicación, participación, acción, no teatro de diversión, sino representación, lo esencial del teatro, los recuerdos; sentimientos de compunción, propósito de la enmienda, de conversión, de mejorar el rumbo de nuestra vida, penitencia, oración, ayuno y abstinencia para poder dar limosna, arrepentimiento de nuestros pecados, compasión, penitencia, cambio de vida, transformación por amor en Cristo crucificado, compungid por nuestros pecados, vicios, errores, faltas, limitaciones, equivocaciones y fascinados, atrapados, encandilados por JC, pecadores perdonados: “Murió por nuestros pecados. Me amó y se entregó por mí. ¡Señor mío y Dios mío!” “¡Mi Dios y mi todo! ¡Señor mío, yo soy todo tuyo!” “Cristo para mí lo es todo.” 

4. Imagen de nuestra condición de peregrinos y forasteros en este mundo.

Clases de viacrucis

VIA LUCIS = CAMINO DE LA LUZ

VIACRUCIS DE LA SOLIDARIDAD, superando nuestro egoísmo, individualismo. Comodidad, aburguesamiento o apoltronamiento en nuestra vida cristiana de cada día.

VIACRUCIS DE LA MISERICORDIA Y DE LA VIDA, del amor entrañable a Dios y los hermanos.

VIACRUCIS DE LA JUSTICIA, de la paz, de la reconciliación con las personas, con todos los familiares y con toda persona humana.

VIACRUCIS MISIONERO, anunciando a JC pobre, humilde y crucificado, con nuestro ejemplo y nuestra palabra. VIACRUCIS DE LA EVANGELIZACIÓN

VIACRUCIS DE LOS POBRES, los enfermos, los ancianos, los emigrantes.

HISTORIA DEL VÍA CRUCIS

Historia de una devoción

La devoción a la humanidad de Cristo, a las llagas de Cristo, a Cristo crucificado, está en el humus de la espiritualidad franciscana desde sus orígenes en el siglo XIII, con Francisco y Clara de Asís.

En el cultivo de la oración mental, a lo largo de los siglos, la oración de la mañana versaba sobre la pasión de Cristo, recordando, pensando, reflexionando, orando y contemplando las distintas escenas. 

Así se llegó al siglo XVIII con la gran figura de SAN LEONARDO DE PORTO MAURIZIO, 1676-1751, CONSIDERADO COMO EL FUNDADOR DEL VIACRUCIS Y EL PROPAGADOR DEL MISMO EN TODA LA IGLESIA CATÓLICA EXTENDIDA POR TODO EL MUNDO.


San Leonardo de Porto Maurizio supo armonizar en su vida contemplación y acción, silencio y recogimiento, meditación de los misterios de la vida de JC, seguimiento de Cristo pobre y crucificado a ejemplo de Francisco y Clara de Asís que ya enseñaba a las novicias a llorar las llagas de Cristo.

El viacrucis es un modo de oración profunda e intensa. 


El viacrucis tiene una gran semejanza con la misa: el viacrucis es memoria, la eucaristía es memorial, acción que renueva, actualiza, hace presente, renueva la última cena, la pasión y muerte, sepultura y resurrección de NSJC. El viacrucis es una devoción, la eucaristía es un sacramento, la eucaristía celebrada, por bastantes cristianos con frecuencia, eucaristía celebrada, la gran oración de la Iglesia, y eucaristía adorada al exponer el Smo. Sacramento del altar o al rendirle adoración en el sagrario, en las visitas al Santísimo Sacramento del Saltar. Tan importante como para merecer que la Iglesia ha hecho un ritual para la adoración del Smo. fuera de la misa.


La vida espiritual, profunda, de los cristianos supone esfuerzo humano y gracia divina; Tiene unos elementos necesarios: renunciar al pecado, al orgullo, soberbia, altanería, autosuficiencia, renunciar al ego, relativizar los bienes de este mundo, solidaridad con los hermanos, ayuda abierta a los necesitados, los enfermos, los ancianos… El cristiano debe evitar, corregir, superar todo defecto y acoger la gracia, el mensaje del evangelio, las inspiraciones del ES.


San Leonardo de Porto Maurizio, consideraba la experiencia del viacrucis una “devota representación mental de aquel doloroso recorrido que el amoroso Jesús hizo desde el palacio del gobernador romano, Poncio Pilato, hasta el Calvario.”


El viacrucis es praxis meditativa y acción, con estaciones, etapas, punto de encuentro y lugar donde terminar. El viacrucis no puede prescindir de la unión concorde entre escena de la mente, de la imaginación y escena del cuerpo, típica de la teatralidad re-presentativa y no espectacular. Como las promovidas por los franciscanos: visión mental y acción corporal van con postura emotiva, palabra pensada, escenas imaginativas, memoria vivida, haciendo del devoto que participa, un “actor” “que actúa en primera persona bajo el techo de este mundo donde sucede el drama y la tragedia de nuestra salvación. 


Es comprensible el paso del tiempo al llanto. Este tipo de teatralidad responsable y conformativa, Que nos conforma con Cristo, fue la clave característica de la dramaturgia franciscana durante siglos, hasta nuestros días, fascinados, atrapados, encandilados por Cristo pobre, humilde y crucificado. Una devoción cercana a las 40 Horas de adoración del Santísimo, del cuerpo de Cristo colocado en el santo sepulcro. Oración mental y vocal porque Dios ha sufrido por nosotros, pecadores y mortales; porque Cristo es nuestro redentor crucificado, nuestro libertador, pagando el precio de su sangre derramada en su pasión.

LA CONVERSIÓN, EL ARREPENTIMIENTO Y LA FE EN JESUCRISTO POBRE, HUMILDE Y CRUCIFICADO, EN EL EVANGELIO, ES NUESTRA RESPUESTA CRISTIANA Y EL AMBIENTE QUE RESPIRAMOS DESDE EL MIÉRCOLES DE CENIZA, TODA LA CUARESMA Y EL TRIDUO SACRO HASTA LA VIGILIA PASCUAL.


¿Qué significa conversión? Esperanza en Dios, abandono en manos de Dios, confianza absoluta en el Dios Trino y Uno, Padre, Hijo y ES. Cambiar de rumbo en nuestra vida alejada de Dios, en una sociedad postcristiana, pagana, atea, agnóstica, olvidada, indiferente con Dios u hostil a los valores religiosos…


Conversión es una exhortación a vivir la vida cristiana con fervor y alegría; ser respetuosos, misericordiosos, acogedores y solidarios con el prójimo. Quitar escrúpulos inútiles, que nos quitan la paz y la alegría y, por el contrario aplicarse a las virtudes, amar las virtudes.

El viacrucis es un ejercicio espiritual; escuela y camino de santidad en el seguimiento de Cristo.


Una invitación a contemplar, disfrutar las obras de Dios, el Dios verdadero, bueno, compasivo y misericordioso; a imitar  y contemplar el amor, la caridad de Cristo; invitación a vivir con más ardor, más fervor, firmeza y alegría la vida cristiana, el camino de la santidad.

El viacrucis es una representación mental de la pasión, muerte, sepultura y resurrección de nuestro amado JC.


  • La metáfora del camino, o del viaje, del recorrido de la ciudad terrena a la ciudad del cielo, que nos recuerda que somos peregrinos y forasteros en este mundo. Idea espiritual que adoptan los caminos rituales, acostumbrados, como las procesiones, itinerarios de oración y de meditación. Tomando conciencia de que Cristo es el camino a seguir: con motivos de alegría y de dolor, un verdadero teatro del camino que nos performa, (transforma, conforma en Cristo) no busca la diversión, Hacemos como para ser como. Conmemorar la pasión de Cristo, en cuaresma sobre todo, para reparar nuestros pecados y los pecados del mundo infiel a Dios; para conformarnos con Cristo crucificado, humilde, paciente, algo que nos y transforma, conforma, configura, hace, causa, realiza lo que dice.


  • Cristo nos dice aquí y ahora: “Convertíos, haced penitencia, creed en el evangelio, porque está cerca el Reino de Dios en c/u de nosotros y en nuestra sociedad, caminando hacia un mundo mejor, más humano, más fraterno y más feliz.


  • Son escenas mentales, recordadas, en nuestra imaginación. Que nos invitan a poner de manifiesto los dolores físicos y espirituales de Cristo, las heridas, humillaciones, desnudez; a abandonar una vida alejada de Dios.


  • Es un recorrido físico-espiritual, experiencial, en memoria de la realidad histórica de la vida de Cristo, en particular de su pasión, muerte y resurrección. 


  • Recorrido con conexiones culturales, con referencia a nuestra sociedad, tan alejada y tan necesitada de Dios, de valores humanos y evangélicos, que se debate entre la vida y la muerte, la felicidad y el sufrimiento, el progreso material y espiritual o el fracaso. 


  • La meta, la cumbre es el Calvario y la cruz: No deberíamos faltar a la asamblea cristiana el jueves santo, el viernes santo y la vigilia pascual del domingo de resurrección.


  • Conmemoramos la pasión de Cristo aprisionado a traición en el Huerto de los olivos, llevado de un lugar a otro como un malhechor, sometido a burlas, tortura, despreciado, humillado públicamente.


  • Es un camino por etapas.


  • Es evidente el protagonismo de las mujeres en la pasión, muerte y resurrección de Cristo. 


  • El modelo franciscano del camino es el viacrucis. El dolor, las escenas, se fue fijando lentamente en 14 estaciones, últimamente en 15, porque el final del camino, de Cristo y de la vida cristiana,  es la resurrección.
  • El viacrucis bien hecho mueve nuestros sentimientos y afectos.
  • Hay movimiento, memoria, meditación, oración y contemplación, compasión.
  • Tiene una finalidad devocional y catequética: expresa y educa nuestra fe, esperanza y caridad.


  • Tiene un amplio compromiso popular. Recuerdo los viacrucis recorridos por todos los vecinos en pequeños pueblos de Tierra Estella… o en grandes ciudades, como Quito, Ecuador.



Objetivos:


  1. El viacrucis estaba expresamente destinado a “pensar y repensar las angustias y los tormentos despiadados que por amor nuestro sufrió JC”, 
  2. Para que se conviertan nuestros corazones. Hacer el viacrucis equivalía a contemplar con “ternura de corazón” todas las torturas y dolores padecidos de Jesús de Nazaret. Dios ha sufrido por nuestros pecados. 
  3. Imposible permanecer indiferentes, pasivos, ajenos, apáticos antes esta realidad desconcertante. La pasión de Cristo. Sus padecimientos físicos y morales por nuestros pecados, para regalarnos el perdón y asociarnos a su resurrección. La pasión de Cristo afecta a todo ser humano, especialmente a los cristianos porque por ellos es fuente de salvación y de vida. Ante este gesto de amor, la única respuesta válida consiste en ponerse en el lugar de Cristo, empatizar, ponernos en su lugar, y decidirnos a llevar nuestra cruz de cada día, “porque nosotros debemos amar mucho el amor de aquel que mucho nos ha amado (2C 196).
  4. Duración, según las circunstancias de cada comunidad cristiana: recorriendo el camino de la cruz; 
  5. Clases: viacrucis por los caminos del mundo; viacrucis de pascua, de la Iglesia, juvenil, de madurez, de la ancianidad, de los que estuvieron o se encontraron con Jesucristo; Vía Crucis de nuestro tiempo, de la Iglesia.
  6. FInalidad: para meditar, para compadecer a JC, para dolernos de nuestros pecados, para mirar, observar y contemplar con deseo de imitar el amor, la paciencia, la humildad y la fortaleza de Cristo resucitado; el viacrucis de los pobres, de los emigrantes, .
  7. La pasión y el triunfo de Jesús se prolonga en nosotros y en la actualidad. 
  8. Ejercicio piadoso de un gran valor, comparable a la exposición y la bendición con el Santísimo. Lo que cuenta es CRISTO POBRE, HUMILDE, CRUCIFICADO Y RESUCITADO. El viacrucis es un acto de fe, de esperanza y de amor a JC. Este es el sentido, el valor y la belleza del ejercicio piadoso del viacrucis, de raíces franciscanas y de ramas extendidas por toda la Iglesia del mundo entero.



“Si al oír esta pasión,

No se te ablanda el pecho, 

prueba que estás condenado

o es tu corazón de hierro”

MATICES

CARACTERÍSTICAS

  

  • VÍA CRUCIS BÍBLICO
  • VÍA CRUCIS LITÚRGICO
  • VÍA CRUCIS PASCUAL
  • VÍA CRUCIS HUMANO – SOCIAL
  • VÍA CRUCIS COMUNITARIO, ECLESIAL


Cada una de las estaciones puede rezarse como un ejercicio piadoso, con 5 tiempos:


  1. Preparación: situarse; me sitúo, siendo yo siempre el lugar donde puedo encontrarme con el Señor, para ponerse en la presencia de Dios.
  2. Oración. Meditación. Reflexión.
  3. Contemplación.
  4. Oración.
  5. Examen y repaso de la oración


INTRODUCCIÓN


El Vía Crucis  es una devoción muy arraigada en el pueblo cristiano. Razón: es una práctica o ejercicio piadoso en torno a la pasión de Jesucristo, doliente y humano, sufriente y varón de dolores. Dios hecho hombre, maestro,profeta, sacerdote y víctima, cordero y pastor, rey servidor.



HISTORIA DEL VÍA CRUCIS


  • Raíz


La Familia Franciscana es la fuente de esta devoción y la protagonista de su propagación en el pueblo cristiano. Es un acto de piedad, de compasión: compungidos por la pasión, muerte, descendimiento de la cruz, piedad de la Virgen su Madre; y sepultura del Señor;  de arrepentimiento de nuestros pecados, causa de la muerte en cruz de Jesucristo: es el cuerpo entregado, la sangre derramada para el perdón de los pecados, la sangre de la alianza nuevay eterna con Dios, por la salvación de la multitud, del mundo entero, de todos los que creen en Él, muerto y resucitado, nuestro amor y nuestra esperanza. Muchos creyentes nos sentimos fascinados, atrapados, encandilados por Jesucristo. En la corriente teológica de la fe y de la devoción a la humanidad de JC., con San Bernardo de Claraval (+1153), y los Vitorinos.



  • Autor del Vía Crucis


San Leonardo de Porto Maurizio, (1676-17519, OFM, quien organizó el viacrucis en 14 estaciones y fue un fervoroso propagador del mismo y que llegó a hacerlo multitudinariamente en el Coliseo de Roma h. 1750, al final de su vida.

En el viacrucis cuenta más el corazón que el cerebro; la misericordia, el amor entrañable, la compasión, la empatía, la compunción (de compungidos), la ternura que las ideas abstractas; las obras de misericordia, de caridad, materiales y espirituales, temas propuestos con entusiasmo y vividas, sentidas, experimentadas profundamente por el pueblo cristiano.

Una red de relaciones, connotaciones, aplicaciones personales y comunitarias: Aportar al viacrucis de JC, nuestro particular vía crucis, el de cada uno, sin excepción. El viacrucis de la humanidad, con sus sufrimientos y sus éxitos

Recordar y tener en cuenta que algunos hermanos nuestros viven un permanente viacrucis y son testigos de JC y de las consecuencias del seguimiento, las exigencias de ser un buen discípulo de Jesús sin condiciones. Te seguiré, iré, Señor, a donde quiera que vayas.

Hoy, Jesús, ya no carga una cruz de madera, sino que carga con las cruces del sufrimiento humano en cualquiera de sus manifestaciones, sufrimiento físico o moral, espiritual, interior, porque hoy hay un cireneo que ayuda a llevar cruces distintas a la de Jesús, aunque igual de pesadas; porque las Verónicas de hoy no enjugan rostros pero sí situaciones dramáticas; porque hoy desnudo anda quien es despojado de su nombre y difamado, de su dignidad humana, de sus derechos humanos. Jesús vuelve a revivir el viacrucis en el viacrucis de cada uno de los aquí presentes y en cada uno de los ausentes. Hoy, el tiempo de meditación del Vía Crucis es la cuaresma y el triduo sacro de Jesús muerto, sepultado y resucitado y seguir su ejemplo de entrega absoluta a la voluntad de Dios. Es Dios “rico en misericordia” no vive la pasión para dejarnos solamente en el sufrimiento. JC vive el sufrimiento de su pasión con la esperanza e resucitar; la esperanza de la pascua, del paso en su conjunto, es decir, como muerte y resurrección. No estamos hechos para acabar nuestra vida en el Calvario, suspendidos de una cruz; en un sepulcro para siempre: o reducidos a la nada, aniquilados, como pregonan ateos y agnósticos, tras las huellas de Nietzsche. “Tú nos dijiste que la muerte no es el final del camino. “Nuestro destino es vivir siendo felices contigo sin padecer ni morir”. “Y por la hermana muerte: ¡loado mi Señor! Ningún viviente escapa de su persecución; ¡ay si en pecado grave sorprende al pecador! ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios! ¡No probarán la muerte de la condenación! Servidle con ternura y humilde corazón. Agradeced sus dones, cantad su creación. Las criaturas todas, load a mi Señor”. “Cristiano, vive con Cristo, entra en su gozo; por su perdón y su gracia canta victoria. Dichoso tú, ya salvado; entra en la vida. Nosotros, los que quedamos, testigos de la esperanza, formando una sola Iglesia, te acompañamos”. Vivamos también todos y cada uno el sentimiento de compasión, indulgencia y el perdón de Dios a nosotros que lamentamos nuestros pecados

Arrepentidos y compungidos en este recuerdo de la Pasión y muerte de NSJC , recorremos las estaciones acompañando con Él a lo crucificados y excluidos de nuestra sociedad.

Al sabernos perdonados, como cuando nos perdonan una deuda, sentimos una gran alegría que nos llevará a cooperar en el júbilo que rodea a Dios. Es también misericordia.


  

  • El Vía Crucis de la Vida


La cruz sólo adquiere su pleno sentido si vence el pecado y la muerte, si nos sentimos perdonados y vivos para siempre, felices sin fin. . Jesús nos alcanzó el perdón, murió por nuestros pecados, venció a la muerte resucitando a la vida.

Por eso nuestro camino existencial en este mundo, debe ser siempre el viacrucis de la esperanza, de la luz y de la vida, el viacrucis del amor que anima, vivifica. La vida que como anhelo y deseo profundo no se puede negar, habita en nosotros, los bautizados y la vida que debemos ayudar para que se haga realidad en n. mundo de violencia, enfrentamientos, guerras, terremotos y funerales. 

Dl viacrucis de la luz, lo llaman algunos; un viacrucis que quiere alertarnos sobre la importancia de dejarnos sorprender por ese Jesús, hermano, amigo y compañero que camina cada día, a nuestro lado y cargado con la cruz. Salve, oh cruz, nuestra única esperanza.

Duración del Vía Crucis

  

Depende de las circunstancias. Nosotros lo haremos en 20 minutos porque sigue la santa misa, actualización, renovación, presencia misteriosa y eficaz dela muerte, sepultura y resurrección de JC. Y seguiremos el modelo del Hermano Menor Capuchino Padre Ángel de Abárzuza. Sencillo, en verso, piadoso, contemplativo, ejemplar.



  • Modos de hacerlo.


En Jerusalén, recorriendo el camino de la cruz, la calle de la amargura, hasta llegar al monte calvario. Se puede hacer por los caminos del mundo, hacia tantas montañas que la fe cristiano ha coronado con la imagen tan elocuente de la cruz.

Es una práctica piadosa; es tan rico, tan expresivo, dispensador de tanta gracia, que se puede celebrar relacionándolo:


  • el Vía Crucis de la Pascua, 
  • el Viacrucis de la Iglesia.
  • el Vía Crucis juvenil, 
  • el Vía Crucis de los que acompañaron, estuvieron o se encontraron con Cristo en la calle de la amargura, en su vida, en estos cuatro días que vivimos, 
  • el Vía Crucis de nuestro tiempo, de nuestra sociedad. 
  • el Vía Crucis para meditar y contemplar disfrutar el misterio del amor de Dios; para compadecer a JC; compadecerle, dolidos, compungidos de nuestro pecados; para mirar, observar y contemplar con deseo de imitar. 
  • el Vía Crucis que continúa en los pobres, enfermos, ancianos, personas solas u hospitalizadas. La Pasión y el triunfo de Jesús sobre el pecado y sobre la muerte, se prolonga en nosotros, es una cátedra de teología y de espiritualidad, 
  • el Vía Crucis que vivió san Francisco de Asís, el P. Pío de Pietrecina, la Hermana Capuchina Santa Verónica Giuliani. La contemplación y el seguimiento de Cristo pobre y crucificado, vividos de forma ejemplar por san Francisco de Asís, han sido las raíces de este riquísimo instrumento de gracia que es el ejercicio piadoso y sensato del viacrucis. Un instrumento de gracia, de amor entrañable, de esperanza cierta en la vida eterna, de amor encendido a Dios y a Cristo crucificado, de toda la historia y en toda la humanidad, lo mejor que podemos realizar.


Es tan rico y expresivo el Viacrucis, que ocupa un lugar paralitúrgico en la vida de la Iglesia, sobre todo en los viernes de Cuaresma.

Es tan popular y tan venerado, que en un pueblo que yo me sé, concluía con estos versos:



“Si al oír esta pasión, 

no se te ablanda el pecho,

prueba que estás condenado,

tu corazón es de hierro”. 



Aún recuerdo con admiración el Vía Crucis en los pueblitos de tierra Estella. Todo el pueblo presente y cantando con sus letras y melodías propias, centenrias, el viacrucis el viernes santo por la mañana. Y me hace recordar también con respeto y admiración a un el alcalde de Madrid, que no accedió a las instancias de su partido político de retirar de su despacho el crucifijo. ¿Por qué? 


“Porque el crucifijo, dijo, es un signo de amor”.

“Señor, que yo pueda morir por amor de tu amor,

Como Tú que por amor de mi amor te dignaste morir"


El P. Ángel de Abárzuza, Hermano Menor Capuchino, en el ofrecimiento de su popular Viacrucis en verso, comienza así:


"Ya vengo, Jesús amado.

A considerar contrito, aquel amor infinito

Que en la cruz me habéis mostrado.

Haced, Redentor llagado,

Que vuestra santa pasión

Sea para el corazón, 

Luz que lo guíe hacia el cielo,

Fuente vida de consuelo

Y esperanza de perdón. 

¡Señor, pequé, tened misericordia de mí!/

Te adoramos, Señor y te bendecimos

Porque por tu santa cruz

Redimiste al mundo"


  

Fray J.A.A. HM Capuchino

OFRECIMIENTO: Ya vengo, Jesús amado…

1ª Estación: Jesús condenado a muerte.

TE ADORAMOS, SEÑOR, Y TE BENDECIMOS . PORQUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO.

  • LECTURA: Al Dios bueno, santo y fuerte…
  • Respuesta: SEÑOR, PEQUÉ, TENED MISERICORDIA DE MÍ.
  • REFLEXIÓN: “He aquí el hombre”. Jesús es condenado a muerte. Es importante que cada uno de nosotros logre verlo y cargar con su cruz si queremos llegar con Cristo a la cima del monte; tenemos que acompañarlo a lo largo de la subida al Calvario. Precisamente para que podamos cargar con nuestra cruz y seguir paso a paso su camino, Jesús, antes de morir, no dio su cuerpo y su sangre (Santa Teresa de Calcuta).
  • STABAT MATER DOLOROSA (Versículo en cada estación, leer pausadamente. Contemplar la imagen detalladamente).
  • La Madre piadosa estaba Junto a la cruz y lloraba Mientras el Hijo pendía, Cuya alma triste y llorosa, Traspasada y dolorosa, fiero cuchillo tenía. Cuando triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena. ¡Oh, cuán triste y cuán aflicta se vio la madre bendita, de tantos tormentos llena. Cuando triste contemplaba y dolorosa miraba al Hijo amado la pena. ¿Y qué hombre no llorara si a la Madre de Cristo contemplara en tanto dolor? Y, ¿quién no se entristeciera, madre piadosa, si os viera sujeta a tanto rigor?
  • REFLEXIÓN: Si nos negamos a tomar la cruz y no aceptamos el sufrimiento y el abandono, abandonamos la comunión con Cristo y significa que hemos decidido no seguirlo. (Dietrich Bonhoeffer. El precio de la gracia: el seguimiento).
  • Cita bíblica de cada estación. Mt 10,39: “Jesús dijo: El que pierda su vida por mí, la encontrará. ”El que quiera seguirme, que se niegue a sí miso, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo.
  • REFLEXIÓN: Para dar vida a los demás, hay que dar algo de la propia vida. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por su hermano”.
  • Muchos cristianos están dispuestos a dar su vida como Él, siguen a Jesús por el camino de la cruz. Acusados y ultrajados como Él, dan su propia vida para que los pobres tengan vida, la tengan en abundancia (San Óscar Romero).
  • Más que una historia de encuentros: su Madre, la Verónica, las piadosas mujeres, el viacrucis es una serie de caídas, res. En las caídas estamos todos. Parece que el Señor pretendiera citarnos “en tierra”, donde los encuentros resultan más fáciles y al alcance de la fragilidad general.  El caído no es un desertor, sino uno “que desfallece por el camino”. Y Jesús lo espera, indignado a su vez, bajo la cruz, para que nadie se sienta solo en la hora más angustiosa. (Primo Mazzolari).
  • ¿Dónde me he sentido más interpelado, movido, conmovido para mejorar mi vida y la de los demás? Las imágenes del camino de la cruz. La mirada del crucificado es una invitación, un  gesto de cariño y de ternura

2ª Estación: Jesús carga con la cruz.

TE ADORAMOS, SEÑOR, Y TE BENDECIMOS . PORQUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO.

  • LECTURA: Al Dios bueno, santo y fuerte…
  • Respuesta: SEÑOR, PEQUÉ, TENED MISERICORDIA DE MÍ.

  

  • Reflexión de san Maximiliano Kolbe: Madre Santísima, por amor tuyo me ofrezco a permanecer en esta dura prisión (Auschwitz), aunque a los demás les permitan volver a casa. Permaneceré aquí olvidado y despreciado padeciendo por ti. Me ofrezco especialmente a Ti, Oh María, a fin de que reencuentre la muerte en este campo entre hombres hostiles e indiferentes.
  • REFLEXIÓN: El juzgado. El fracasado, me está mirando. Mirada que me toma, me está mirando. Mirada que me toma, me está mirando, me invita con cariño y ternura: ”Sígueme” (Mt9,9). Te amo, te necesito, te llamo. Manos abiertas. Desnudo. Es bueno dejarse mirar por ese hombre, sencillamente, durante algunos minutos. Reza, repite al ritmo de mi respiración: “Hágase en mí según tu voluntad”.
  • Despierta en nosotros tu espíritu para no juzgar sino para amar como Tú. Amén.
  • Su mirada descansa en mujeres, hombres y niños que tienen mucho que cargar y que ya no aguantan. JC con determinación acepta su cruz, como si fuera la suya, no la nuestra.

TEXTOS BÍBLICOS DEL VIACRUCIS

  

  1. El relato de la pasión de JC en los cuatro evangelios. Tal vez el de San Juan era el preferido por Francisco de Asís. Leer la Pasión del Señor, una cada viernes.
  2. El Espíritu es el Dios secreto, el Dios interior que viene a nosotros a nuestro centro más central, no ya rostro sino revelador de rostros, no ya santa faz sino santidad de toda faz humana (Olivier Clément).
  3. Por mí se ha hecho hombre, para que más le ame y le siga (San Ignacio de Loyola). Tomad, Señor y recibid toda mi libertad… “De vos lo recibí;  a vos lo torno. Dadme tu amor y tu gracia que con esto me basta”.
  4. Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta; Sólo Dios basta.



ESTACIONES:

  

  1. Aquí tenéis al hombre. Lecturas: Sal 40; Lc 18,9-14; Jn 19,1-16. Mt 9,9. Lc 1,38.  
  2. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. Lecturas: Sal 40,8; Mt 11, 28-30; Mc 8, 34-37; Flp 2,5-11.
  3. Por nosotros se hizo pobre. Lecturas: 2Cor 8,9; Lam 1; Jn 8,2-11; 2 Cor 8,7-9.
  4. Este es mi Hijo amado. Lecturas: Mt 3,17; 17,5; Lc 2,40-52; Jn 19,25-27.
  5. Jesús, fijando en él su mirada, le amó. Mc 10,17-22; 15,21-22; Lc 22,54-62. 23,42.
  6. Haz brillar la luz de tu rostro. Lecturas: Sal 4,7; Is 52,13-53,5; Mt 25,31-40.
  7. ¿Hasta cuándo, Señor? Lecturas: 1Sam 3,5: Sal 13,2.69; Heb 5,7-10; Mt 7,46; Jn 14,9.
  8. Consolad, consolad a mi pueblo. Lecturas: Sal 23; Ias 40,1-11; Lc 23, 27-31. 18,13.
  9. No endurezcáis el corazón. Lecturas: Sal 22; 94; Lc 19-37; Is 53,6; Sal 94,8.
  10. Estaba desnudo, y no me vestisteis. Lecturas: Is 53,6-12; Jn 19,23-24; Mt 25,41-46; Mc 9,24.
  11. ¿Por qué me has abandonado? Lecturas: Sal 18; Lc 23,33; Jn 15,12-17 Is 52,14; Jn 20,27; Sal 22,2.
  12. Entregó el Espíritu. Lecturas: Sal 1; Mc 15,33-39; Jn 3,14-16.
  13. En tu manos… Lecturas: Sal 130; Mc 15,40-47; Lc 2,25-38; Jn 19,5; Jn 14,9; Jn 19,30.
  14. Frente al sepulcro. Lecturas: Heb 3,17-19; Jn 1,1-18; 19,38-42; Mt 27,61.
  15. Hemos visto al Señor. Lecturas: Sal 149; Lc 24,13-35; Jn 20,11-19; Jn 21,15.


  

Señor, muéstrame tu luz. Me sitúo en el jardín, con María Magdalena. Señor, hazme alegre como tú.

Hemos rezado este viacrucis, tanto para acompañar al Señor en el camino hacia su cruz y resurrección como para dejarnos configurar con el servidor sufriente (cf Is 53,1).


  

Cada estación es como un encuentro distinto con nuestro Salvador en su camino por la tierra. Recojamos y asentemos en nosotros pausadamente el gusto interior de cada etapa, de cada encuentro, de cada mirada. Detengámonos donde hayamos sentido mayores mociones, sentimientos y gustos espirituales (Ej 22/). Lo que nos guía al buen camio, lo que nos llena y satisface es “el sentir y gustar de las cosas internamente” más que “el mucho saber” (Ej 2).

Escucharme a mí mismo, mis sentimientos agradables o de rechazo, más elocuentes aún. Saber escuchar cómo las imágenes y reflexiones anteriores siguen resonando en mí. Para discernir adónde va mí camino. Es importante repetir, volver, resumir lo encontrado, para asentar en mí lo esencial en una vida vulnerable y sencilla.

Dejarse habitar (cf Gal2,20). El camino interior nadie puede hacerlo mejor que uno mismo. Crecer en sensibilidad hacia lo divino, lo vulnerable, lo humano y lo sencillo es lo que el mundo tal vez más necesite, pero raras veces pide. Alma de Cristo, santifícame… (Bert Daelemans, SJ). 



Fray Jesús Arrondo, ofmcap.

 

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