Día celebración: 19 de Septiembre
El 20 de mayo de 1929, Pío XI, en la sesión preparatoria a la beatificación, saludaba en la figura de Francisco de Camporosso al "humilde hermano que se alza como un coloso, como un gigante durante cuarenta años de vida santa, y de una santidad particularmente difícil...; consolador incansable, consejero y maestro de tantas almas, de todo un pueblo, de más de una generación".
San Francisco de Camporosso es la víctima de la caridad en el s. XIX.
Hijo de campesinos, pasaba su feliz niñez, ocupando el tiempo bien cuidando el rebaño familiar, bien en la oración o enseñando el catecismo a sus paisanos.
Pero, ya desde joven, su verdadera pasión era la de ayudar a los pobres. Estos ocupaban el centro de su vida, eran todo su amor: si tenían necesidad de su ayuda en los trabajos del campo, allí estaba dispuesto a echarles una mano; a ellos destinaba sus ahorros y sus recursos.
Amanecer luminoso de un espléndido atardecer.
Dios no apagaría sus deseos, ni extinguiría la llama al llamarlo a la Orden Capuchina.
Madrugadora fue su caridad ya desde el Noviciado: cuando terminaba su trabajo, corría a ayudar a sus compañeros: "¡Descansad un poco, hermano! Enseguida terminamos nosotros". "¿Descansar yo? Si no descansaba nunca, sino que cuando estaba en casa, me fatigaba por ayudar a mi familia, ¿voy a descansar ahora que trabajo para mi Señor?" ...
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