Día celebración: 21 de Julio
San Lorenzo de Brindis, presbítero y doctor de la Iglesia
Su familia noble y distinguida le puso nombre de emperador: César. Siendo adolescente quiso hacerse franciscano conventual, pero aquella intentona terminó en fracaso. Al salir del convento marchó con su madre a refugiarse en Venecia, donde se encontraban más al abrigo de las posibles y temidas invasiones de los turcos que amenazaban las orillas del mar en la punta de la bota italiana donde se encontraba la vivienda familiar de los Rossi.
El 17 de febrero de 1575 se hizo capuchino en Verona, esta vez en serio, y cambió César por Lorenzo. Estudió en la universidad de Padua, especializándose en Sagrada Escritura; adquirió un extensísimo conocimiento de idiomas –latín, italiano, francés, alemán, griego, siríaco y hebreo–; en Teología no fue menos porque, aun antes de ser sacerdote, le encargaron la predicación de dos cuaresmas en Venecia, que resultaron con tal éxito que el papa Clemente VIII le mandó predicar a los judíos de Roma cuando se ordenó sacerdote.
Ocupó altos cargos en su Orden hasta llegar a elegirlo General para los años 1602-1605. Pero su labor principal fue la de predicador, polemista y diplomático; un todo revuelto, al estilo de la época. Lo mandaron a Austria en el año 1599 al frente de un grupo de capuchinos; estableció conventos en Viena, Graz y Praga. La gente va hablando de que a sus cuarenta años ya ha recorrido Italia; dicen que es un hombre austero, cultísimo, polemista excelente y predicador claro y sincero. Estas características quedaron bien probadas en Hungría, Bohemia, Bélgica, Suiza, Alemania. Francia, España y Portugal...
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